Cuando Andy Daniel Oro Rivera nació en esta
provincia, los Cinco llevaban un año presos en Estados Unidos, desde el 12 de
septiembre de 1998; ahora se ha convertido en adolescente y todavía no llega la
justicia, e incluso del 2006 hasta al 2011, en un álbum conserva cerca de 40
cartas de Gerardo Hernández Nordelo, en otro 4 de junio de cumpleaños, en la
cárcel.
Un período excesivo para quien está
sentenciado a 2 cadenas perpetuas más 15 años, la más alta de las injustas
condenas impuestas a los antiterroristas cubanos; un tiempo que hubiese
aprovechado con el amigo especial para conocerse de cerca, estrecharse las
manos, disfrutar juntos los partidos de béisbol o recorrer sitios emblemáticos
de esta ciudad.
En lugar de compartir el abrazo, solo han
tenido comunicación mediante intercambio epistolar, limitado, en el cual no se
omiten temas de la prisión y el proceso de apelaciones, además de los de
agrado, como visitas familiares y de amigos, sus cumpleaños, y del máximo líder
de la revolución cubana Fidel Castro.
Tampoco pueden celebrar juntos el fin de
año ni sucesos especiales como los resultados académicos de Andy, que serían de
mayor alegría si Gerardo y Adriana tuviesen los hijos que el conjuro y la
maldad malogran, al cabo de casi 14 años, por la negativa a ella del derecho a
visitarlo.
La
primera de las cartas al entones niño Andy, del héroe sentenciado a dos cadenas
perpetuas más 15 años de cárcel, incluye las gracias por la solidaridad con sus
hermanos prisioneros del imperio, que no cesa en 2012, cuando es ya el
estudiante de séptimo grado quien le envía la acostumbrada felicitación.
Él reitera que los tuneros seguirán
luchando por la causa, habla de la proximidad de los exámenes finales para los
cuales se prepara, pero otro de los temas es por supuesto el comentario de que
este año Industriales no pudo ser campeón, y lo retará para la venidera serie
con el equipo de Las Tunas.
Lo más probable es que este hombre, que
solo trató de salvar vidas, demore en leer la misiva; en la cárcel de
Victorville, California, donde los castigos y otras causas demoran la
correspondencia, lo cual percibe también la activista francesa Anie Arroyo, y
lo confirma Alicia Jrapko coordinadora del Comité Internacional por la Libertad
de los Cinco en Estados Unidos.
Entre las cartas de Gerardo enviadas a Las
Tunas está la dirigida al periodista del
diario Granma, Pastor Batista Valdés, el 16 de septiembre de 2007, en la cual le agradece “la hermosa
carta que recibí por mi cumpleaños... Quiero darte las gracias además por tu
continua solidaridad con Los Cinco, y por el importante aporte que con tu
trabajo has hecho a nuestra causa…”
A Andy Daniel le habla en 2008 de la sorpresa al escuchar
una estación de Los Ángeles, en la que “leyeron el mensaje que me mandaste por
mi cumpleaños. Me gustó mucho. Gracias. La muchacha que conduce el programa es
mi amiga (aunque no la conozco personalmente)y leyó también otros mensajes de
felicitación. Estoy muy contento”
Vivian Cubelo, la abuela de Andy, custodia
el álbum familiar que llevan a encuentros locales, para mostrar cuánto
representa ese apoyo para Gerardo y sus 4 compañeros, luego que sus captores
los conminaron a traicionar asegurándoles que ni Cuba ni nadie haría nada por
ellos.
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