domingo, octubre 28, 2012

Solidaridad tras impacto del huracán Sandy



El paso arrollador de un fenómeno meteorológico transforma en cuestión de minutos un paisaje, y en Cuba con rapidez pone a prueba la solidaridad, presta a crecerse ante la devastación a viviendas y el entorno en general, como se vive tras el recorrido del huracán Sandy, del sur al norte de la región oriental.
Campos de cultivo familiar
Desde la localidad santiaguera de Los Negros, municipio de Contramaestre, al aclarar la mañana del jueves 25 de octubre recibí la llamada telefónica de mi hermana María del Carmen con la información resumida en una palabra : ¡acabó! , para detallar luego los daños a la vivienda en construcción de Yaimí, mi sobrina más apegada, profesora de secundaria básica, cuya escuela tuvo mayores afectaciones que su hogar.   

Así poco a poco, de punto a punto por la ciudad de Santiago de Cuba, el municipio de Tercer Frente, y las provincias de Holguín y Granma nos pusimos al corriente de la familia, de lo cual resumimos que el recurso más valioso es cada uno de ellos sin daño físico, suficiente para recuperar lo material como ya lo hacen, poco a poco, en los plazos posibles para cada necesidad.

Por supuesto lamentamos todos el fallecimiento de personas en la capital santiaguera y Guantánamo; mientras estos días han sido de frecuente comunicación telefónica para ponerlos al tanto desde Las Tunas de informaciones transmitidas por la televisión cubana, respecto a decisiones del Consejo de Defensa Nacional, como las de envío de medicamentos, alimentos y materiales de construcción.    

Aunque me parece poca esa contribución, ellos la agradecen porque es una forma de actualizarse, como lo hizo desde Santiago de Cuba una ingeniera de la central eléctrica Renté, Betty, a quien conocí hace menos de un año e intercambiamos direcciones y números telefónicos, que hubiese preferido usarlo para un momento de alegría y no de pesar, pero al menos sirve como algo de aliento, aun cuando su vivienda no se dañó.

Entre los trabajos de mayor interés que aporté para mi órgano de prensa estuvieron sin dudas los de la cooperación solidaria de trabajadores de la Empresa comercializadora de combustible, y tres brigadas de la Empresa eléctrica de esta provincia, que junto a otras del país laboran en la restauración de las líneas, con el empeño de  restablecer en el más breve plazo el servicio eléctrico en la ciudad de Santiago de Cuba, u otras localidades.  

Así, unos con un gran aporte, y otros de a poquito, los buenos cubanos hacemos que el tiempo no se detenga en lamentaciones; cada nuevo día sigue borrando huellas del huracán,  mientras se extiende la solidaridad desde naciones amigas, donde se reafirma la sentencia de José Martí, el Héroe Nacional de Cuba,  “Quien se levanta hoy con Cuba, se levanta para todos los tiempos”.

domingo, octubre 21, 2012

Otra vez presentes en los comicios



En la primera vuelta de los comicios 2012 aprecié el acostumbrado dinamismo que caracteriza a las elecciones en mi barrio, la circunscripción 154 del Consejo Popular 19 de la ciudad de Las Tunas, a donde fue continuo el tránsito hacia los colegios a ejercer el derecho al voto.

La noche anterior fue de mucha lluvia y tormenta eléctrica, por lo que el amanecer llegó con mucha frescura, ideal para permanecer un tiempo más en la cama, pero no se relegó la cita patriótica de los sufragios porque en las horas tempranas de la mañana acudió la mayoría de los electores.
  
Debido al crecimiento del número de habitantes en la zona, como novedad de las elecciones surgió una nueva circunscripción, por lo cual no coincidimos con varias personas que pasaron a esa; pero todo se comportó con el reflejo de la democracia, transparencia y condiciones organizativas que caracterizan al proceso electoral cubano.



El colegio se habilitó en un consultorio del médico de la familia, cumpliendo la disposición legal de ubicarlos en instalaciones próximas al lugar de residencia de los electores; la mesa electoral la integraron mujeres en su mayoría, incluida una joven, mientras la custodia de las urnas estuvo como siempre a cargo de pioneros de la enseñanza media y secundaria, uniformados y alegres de su misión.

Al exterior del local se exhibían las biografías de los candidatos, tres mujeres y un hombre, quienes reúnen méritos suficientes para resultar electos como delegados a la asamblea municipal del Poder Popular, de ahí la probable ocurrencia de un empate. Tal vez tengamos que reencontrarnos en la segunda vuelta de elecciones, en otro domingo de disciplina y masividad.

martes, octubre 16, 2012

Preservar el amor de familia


Mi mamá en el cumpleaños 79, ya en los 80
“La unión de la familia no se mide por el número de miembros, sino por la unión que hay en ellos”; cuando la frase se manifiesta de manera habitual, apenas uno la aprecia en su verdadero valor, o le resulta un hecho tan cotidiano que tan solo se acostumbra a disfrutarlo, y ya.

Por estos días, la nostalgia por los años de mi niñez me sorprende con frecuencia porque los catalogo como los más felices, al abrigo de mis padres, por reunirnos en fechas significativas del año, al visitarnos algún pariente o durante las vacaciones de mis hermanos cuando estudiaban en otras provincias, y el mayor fuera de Cuba.

Mi familia es numerosa, pero lejos de un inconveniente fue algo bueno para esos días de gran animación hasta la madrugada, en largas conversaciones, juegos y cenas especiales: con cerdo asado, (macho asado en Santiago de Cuba ) chivo, ovejo o cualquier tipo de ave doméstica que llenaban el patio al iniciar cada día.

Hoy seguimos unidos, pero los encuentros suelen ser en menor cantidad de ocasiones o una vez anualmente; algunos ya no están, y otros se encuentran limitados de viajar por razones de salud y la extensión propia de la familia ha sido fuera de la localidad natal.

Al pensar en esto, siempre me reanima lo que me comentó hace un tiempo Margarita, una querida profesora de la universidad Vladímir Ilich de Las Tunas, cuyos hermanos acordaron reunirse para los cumpleaños de cada uno, para que el reencuentro tuviese siempre momentos festivos, pues ante las complicaciones de la vida cotidiana a veces resulta difícil disponer el tiempo, sin embargo cuando alguien fallece sí aparece. 

Con agrado comparto esa decisión, y la de visitar a los más necesitados de atención, para que los rigores de la rutina hogareña y de trabajo no nos roben la oportunidad de darnos el abrazo, el beso y demostrarnos el cariño mutuo, pues nunca sabremos quien será el próximo en ausentarse definitivamente; entonces ni las lágrimas ni los lamentos compensarán lo dejado de hacer a tiempo.