Salvar vidas en cualquier lugar del paneta |
En las repetidas veces de contemplar despedidas, en la
oriental provincia de Las Tunas nunca dejan de impresionarme las escenas de los
colabores de la salud con el largo abrazo a los familiares o las manos extendidas
hasta perderse de vista unos a otros, mientras parten a prestar su ayuda a otros pueblos, que los distancia por un año y a veces más tiempo.
Durante las vacaciones entre un año y otro ahí está la sentida frase
de que “se extraña, se extraña mucho la tierra”, esa de la cual los ausenta la
consagración de su vida al servicio de la humanidad cual lo recoge la Declaración de
Ginebra, juramento de quien elige la Medicina como profesión.
A ese deber responde la presurosa partida de médicos cubanos al
continente africano, a combatir el Ébola, sin esperar de cuántos países más podría
llegar similar lección de humanismo.
Ninguna cifra monetaria podría pagar una sola de esas vidas puestas al
servicio de otros, como lo supone el cálculo frío de unos pocos, aun en
momentos de extremo peligro para los habitantes del planeta; mientras mayoritariamente
se aplaude el altruismo de quienes tienen una formación ética y humanista.
En la mira internacional está el elogio para esos galenos presentes en
los sitios más riesgosos, no ajenos a las emociones íntimas ni a los rigores
que ya vivieron la monja y misionera católica Madre Teresa de Calcuta o la pionera de la
enfermería moderna Florence Nightingale,
tan solo por llevar consuelo a dolores del cuerpo y el espíritu.
Y más cercanos aún, la
Heroína del Trabajo de la República de Cuba, Concepción
Campa y otros científicos que en los años 80 del siglo pasado probaron con sus
propios hijos la vacuna antimeningocócica, aquí, en la nación antillana.
Arriesgar su propia vida por la de muchos es la más humana de las
inspiraciones del ejército cubano de batas blancas que hoy irrumpe en Sierra
Leona, Liberia o Guinea Conakry en lucha abierta contra el Ébola.
Precisamente ahora trasciende la solidaridad con los familiares del doctor contagiado de Ebola, quien se encuentra en Ginebra para recibir cuidados especializados, y estamos pendientes por su salud los cubanos y muchas otras personas en diversas regiones del mundo, la manera más digna de recompensar esa consagración.
El Ministerio de
Salud Pública de Cuba ha informado que se trata de Félix Báez, de 43 años de
edad y especialista en medicina interna que forma parte de la Brigada del Contingente
Internacional ‘Henry Reeve’ que está en Sierra Leona para combatir el brote de
ébola.
Cuba, reconocido
internacionalmente por el gran nivel de sus trabajadores sanitarios, ha enviado
165 médicos y enfermeros a Sierra Leona, 53 a Liberia y 38 a Guinea, los tres países
más afectados por el ébola en África Occidental.
Lea más:
http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/11/20/medico-cubano-contagiado-de-ebola-ya-esta-en-ginebra/#.VG6ws2c6ogs
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