domingo, septiembre 21, 2014

El sosiego del hogar sin sobresaltos



“La paz está en que todos pueblos se unan. La paz se pide no solo por la guerra; es la unión entre el vecino,  el hermano, la familia”, como lo afirma en la ciudad de Las Tunas, Cruz Santisteban Hechavarría.

A la distancia de los años vividos, las emociones afloran al vivaz rostro de esta mujer, al hablar del valor de la tranquilidad y el sosiego, de su casa que se ganó en la microbrigada, el consultorio médico muy cerca, lo cual ha sido posible porque el Comandante en Jefe Fidel Castro luchó por el bienestar del pueblo, y siente una admiración profunda hacia él.

Muy peligrosa puede ser la desmemoria, cuando el mundo se debate entre amenazas, tensiones, bombardeos y actos terroristas que cada día acaparan titulares en la prensa.

El deterioro de valores, conductas incompatibles con el sistema social cubano, las carencias materiales y su limitada pensión de jubilada no le impiden abrir mente y corazón a la convivencia familiar y social.

Difícil fue su niñez en la etapa prerrevolucionaria, cuando de apenas ocho años se vio forzada a empezar a trabajar, y vio el horror que no quiere vivir jamás, de personas asesinadas o golpeadas en la calle hasta morir, por tratar de cambiar la tiranía.

Preciso es mirar el pasado para atender el llamado de estar alertas ante las ambiciones de las potencias imperiales, prestas a reuniones urgentes en busca de consenso para nuevas agresiones y aumentar sanciones a Rusia, Irán u otras naciones.

Tal premura nunca conlleva a destinar las sumas millonarias de la guerra a reducir la pobreza, prevenir el VIH/SIDA, brindar asistencia humanitaria, o promover los derechos humanos, las operaciones de paz, y el desarrollo económico y social.

El ejemplo más reciente está en los empeños de la Organización Mundial de la Salud por detener la expansión  del Ébola, mientras una baja cifra de países, como Cuba, respondió con prontitud al envío de personal médico.

Al menos diez grandes conflictos armados dan cuenta de cómo el orden internacional se disgrega. Urge abogar porque  cesen y la no-violencia sea una realidad para todos los seres humanos, en especial cada 21 de Septiembre, “Día Internacional de la Paz”, declarado en 2001 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo.



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