domingo, junio 01, 2014

Salud y amor en la infancia


Sonrisa plena

En la ciudad de Las Tunas, Isabella es motivo de armonía familiar, rodeada de los cuidados propios de los menores de un año, lejos de sobresaltos en su normal desarrollo. 
Para su madre Ismaray Brito Martínez es  “el orgullo de mi vida, es todo para mi”; una felicidad sustentada por las acciones del sistema nacional de salud en Cuba, y en la preservación de la madre y el niño, como derechos prioritarios, a pesar de los pocos recursos económicos. 

A los SIETE meses de nacida, Isabella crece saludable, ya dice papá, ocasionalmente mamá, y disminuyen sus consultas por ser “niña sana”, tras el largo proceso que comenzó desde su llegada al vientre materno, con la preocupación de su progenitora porque “las primeras semanas de embarazo fueron con amenaza de aborto, hasta alrededor de las 22, pero recibí buena atención y las visitas de terreno a mi casa, de la doctora y la enfermera de la familia”.

Como cada gestante cubana, esta joven madre, de 25 años de edad, transitó por no menos de 17 consultas y 30 exámenes de diagnóstico, para evitar que su hija padeciera enfermedades graves o malformaciones congénitas; luego, desde los primeros días de nacida, Isabella ha recibido las vacunas de cada etapa, que en su totalidad previenen contra las 13 enfermedades erradicadas Cuba.

En el sector del Comercio trabajan la mamá, y  Javier González, el papá, de esta pequeña que no ha necesitado un seguro de vida al recibir pruebas para detectar además otras seis enfermedades, un derecho al que solo tienen acceso algunas personas muy ricas en los países más desarrollados del planeta.

Todavía recuerda como experiencia muy bonita del período de gestación, cuando la niña se movía en la barriga, “y tú ves por encima de la piel la forma de alguna parte del cuerpo,  tal vez de una  manito con los nudillos de los dedos, u otra parte del cuerpo”.

Hasta que su hija cumpla el año de nacida, Ismaray continuará los cuidados en el hogar; se alegrará con cada palabra, la salida de los dientecitos y los inseguros pasos al comenzar a caminar. Esta posibilidad la ofrece su licencia de maternidad retribuida, y tras ese período podrá solicitar licencias sin sueldo y autorizaciones en su centro laboral por consultas u otras necesidades que preserven la buena salud de Isabella.

Lea más:
http://www.ecured.cu/index.php/Programa_Materno-infantil_en_Cuba


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