Sonrisa plena |
En la ciudad de Las Tunas, Isabella es motivo de
armonía familiar, rodeada de los cuidados propios de los menores de un año,
lejos de sobresaltos en su normal desarrollo.
Para
su madre Ismaray Brito Martínez es “el orgullo de mi vida, es todo para
mi”; una felicidad sustentada por las acciones del sistema nacional de salud en
Cuba, y en la preservación de la madre y el niño, como derechos prioritarios, a
pesar de los pocos recursos económicos.
A los SIETE meses de
nacida, Isabella crece saludable, ya dice papá, ocasionalmente mamá, y disminuyen
sus consultas por ser “niña sana”, tras el largo proceso que comenzó desde su
llegada al vientre materno, con la preocupación de su progenitora porque “las
primeras semanas de embarazo fueron con amenaza de aborto, hasta alrededor de las
22, pero recibí buena atención y las visitas de terreno a mi casa, de la
doctora y la enfermera de la familia”.
Como cada gestante cubana, esta joven madre, de 25
años de edad, transitó por no menos de 17 consultas y 30 exámenes de
diagnóstico, para evitar que su hija padeciera enfermedades graves o malformaciones
congénitas; luego, desde los primeros días de nacida, Isabella ha recibido las
vacunas de cada etapa, que en su totalidad previenen contra las 13 enfermedades
erradicadas Cuba.
En el sector del Comercio trabajan la mamá, y Javier González, el papá, de esta pequeña que
no ha necesitado un seguro de vida al recibir pruebas para detectar además otras
seis enfermedades, un derecho al que solo tienen acceso algunas personas muy
ricas en los países más desarrollados del planeta.
Todavía recuerda como
experiencia muy bonita del período de gestación, cuando la niña se movía en la
barriga, “y tú ves por encima de la piel la forma de alguna parte del
cuerpo, tal vez de una manito con los nudillos de los dedos, u otra
parte del cuerpo”.
Hasta que su hija cumpla
el año de nacida, Ismaray continuará los cuidados en el hogar; se alegrará con
cada palabra, la salida de los dientecitos y los inseguros pasos al comenzar a
caminar. Esta posibilidad la ofrece su licencia de maternidad retribuida, y
tras ese período podrá solicitar licencias sin sueldo y autorizaciones en su
centro laboral por consultas u otras necesidades que preserven la buena salud
de Isabella.
Lea más:
http://www.ecured.cu/index.php/Programa_Materno-infantil_en_Cuba
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