Día más largo: solsticio de verano |
La astronomía describe la singularidad de cada 21
de junio, cuando es máxima la distancia
angular del Sol al ecuador celeste de la Tierra. En
el hemisferio norte es la fecha de bienvenida al verano,
con el solsticio,
nombre procedente del Latín solstitium que significa sol sistere o sol quieto.
En Las Tunas, desde el amanecer las nubes parecen hacerle
competencia a su esplendor, pues coincide con pronósticos meteorológicos de
lluvias durante el fin de semana.
Quienes se mantienen atentos a los atractivos de la
naturaleza acogen de plácemes este sábado como la jornada
con más luz solar, que la convierte en el día más largo del año, envuelto en
algunas regiones en la celebración de ritos y fiestas; provechosa también para
quienes festejan su onomástico y disponen de más horas para sus
tareas y la diversión.
Es un día diferente, en el cual la naturaleza, el
hombre y las estrellas combinan muy bien poder y magia; los agricultores
agradecen el verano, las cosechas, las frutas, y es momento para pedir por la
fecundidad humana y de la tierra.
La
celebración del solsticio de verano es tan antigua como la misma humanidad, que
en un principio temía porque el sol no volviera a su esplendor total, al
sucederse posterior al 21 de junio los días cada vez más cortos.
Recogen
los anales de la historia cómo hace cerca de 5 mil años, al observar las
estrellas nuestros antepasados apreciaron el movimiento del Sol desde una
posición perpendicular sobre el Trópico de Capricornio, hasta una posición
perpendicular sobre el trópico de Cáncer.
Antes de cristianizarse esta fiesta, los pueblos de
Europa encendían hogueras en sus campos para ayudar al Sol en un acto simbólico
con la finalidad de que “no perdiera fuerzas”. En su conciencia interna sabían
que el fuego destruye lo malo y lo dañino. Posteriormente, el hombre seguía
destruyendo los hechizos con fuego.
Aún con ritos y creencias distintas, las fiestas
conservan la misma esencia: rendir un homenaje al Sol, que en ese día tiene un
especial protagonismo: en el hemisferio norte es el día más largo y, por
consiguiente, el poder de las tinieblas tiene su reinado más corto.
Este
sábado 21 de junio, día del solsticio de verano, el sol alcanza su máxima declinación
norte de 23,5 desde el Ecuador, y por única vez en el año se pone más
al norte.
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