domingo, marzo 02, 2014

De vuelta a casa


(Foto: Cubadebate)

El concierto por los Cinco, en la escalinata de la Universidad de La Habana, este sábado primero de marzo, fue el mejor cierre de la semana llena de expectativa para el pueblo de Cuba, atento cada día a la fecha de excarcelación del Héroe Fernando González.

La cita patriótica estuvo matizada por muestras de regocijo, únicas en Magalis Llort, la madre escoltada por el hijo amado, mientras seguía con sonrisa amplia y movimientos el ritmo de la música, que en otros momentos solo dejaría la nostalgia de la separación.

Al otro lado, nadie más que la esposa Rosa Aurora, en el privilegiado lugar de espacio físico y de amor mutuo, que no pudieron marchitar los tres lustros de soledad y fría celda.

La gran concentración de jóvenes abrigó a los familiares de los Cinco, en ese encuentro de alegría, pero también de invocación a los compañeros aislados en el norte brutal a seguir con su entereza, frente a las pretensiones imperiales de ver doblegada su fe en la victoria.

Desde el concierto, los artistas mostraron una vez más su arma de combate y denuncia, a favor de la liberación de los compatriotas, ante quienes tenemos la deuda de habernos protegido de atentados terroristas, al costo de peligros, la lejanía de los seres queridos y relegar el disfrute de los placeres juveniles.

Al demandar justicia y que el gobierno ponga fin a las condenas, conmueve el prolongado tiempo de violaciones a los derechos de nuestros compatriotas, para quienes ya están muy marcadas las huellas del tiempo en su piel, en los cabellos encanecidos, y más doloroso aún en los males del cuerpo, con la salud afectada.

¡Tanta irracionalidad debe cesar!... ¿Cómo pueden los captores apoyar la cabeza en la almohada sin el más mínimo sentimiento de humanismo?

Tampoco conoce el significado de tener encerrados a los luchadores por la vida, mientras agasaja a los terroristas confesos y asalariados de la prensa confabulados en la campaña hostil desatada en Miami para cambiar la historia; y como si eso no bastara, pretendieron negociar la libertad, a cambio de la falsa declaración de culpabilidad, sinónimo de apagar la luz de la verdad y la dignidad.  

Del lado de la razón están esas muchas personas que han apoyado la campaña internacional por la excarcelación de Cinco hombres primero, y ahora tres, fieles a su archipiélago casi perdido en el mapa, cuya valía mayor está en esas 5 décadas y media de resistencia ante la agresión del más poderoso imperio de la tierra.

A René y Fernando los mantuvieron en el cautiverio hasta el último minuto de sus condenas; ahora se juntan para seguir la obra inconclusa de completar con Gerardo, Ramón y Antonio las tres puntas de la estrella, que solo entonces brillará plena de luz en el suelo natal.







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