La
formalidad de las felicitaciones, solo por estar a tono con los días de fin de
año y de inicio del próximo, no son un hecho que me atraiga; mientras más
sencillo el mensaje y desprovisto de adornos superfluos, mejor.
Por
eso admiré el reciente texto de Jorge Smith - amigo tunero de quien exalto su
buen gusto y sensibilidad- a propósito de la navidad definida como algo más que
regalos, compras y arbolitos, porque siempre hay cosas superiores, como la
cercanía de la familia, las amistades verdaderas y la disposición de ayuda
desinteresada.
Un
ejemplo muy cercano comparto: el sonido de música bailable, muestra de la
alegría de mi vecina Idalmis con el retorno de su esposo Benito, colaborador de
la misión deportiva en la hermana Venezuela. Llega de vacaciones justo en una
fecha de celebración tradicional, especial sobre todo para ellos, pues acostumbran
a disfrutar de la fiesta y el baile.
En contraste
con ese hecho me conmovió el mensaje de Alicia Jrapko, la coordinadora del
Comité Internacional de solidaridad con los Cinco, al dar a conocer al mundo la
imposibilidad de ver a Gerardo Hernández, condenado por dar seguimiento a grupos extremistas que
organizaban y financiaban desde Estados Unidos acciones terroristas contra Cuba.
Precisamente
en la navidad, se anunció que no habrá visitas hasta nuevo aviso, sin importar
largas distancias recorridas por quienes se trasladaron hasta la prisión de Victorville.
Para Gerardo, el antiterrorista cubano, la situación es más cruel, pues su
esposa no ha podido visitarlo durante los 15 años de encierro, en el que
también se encuentran Fernando González, Antonio Guerrero y Ramón Labañino,
pues solo René González está en Cuba,
aunque no se sentirá libre hasta que no se logre el retorno de sus compañeros.
Ningún
mensaje navideño puede estar acorde al desconocimiento de la verdad y la
justicia.
Solo
entre quienes se enrumban hacia ese mundo mejor, que es posible, veo el aprecio
a los congéneres como verdaderos seres humanos y no como mercancía u objeto
para manipularlos a su antojo, a partir de la omnipotencia.
Y siguiendo
con los ejemplos de altruismo, en colaboración solidaria continúa mi amiga
Rodaysis en Jamaica, como enfermera; no
esperará el 2014 junto a su hija y demás familiares, sino junto a sus compañeros
de trabajo; de momento se contenta con
enviar fotos por la cercanía de la fecha, siempre con esa alegría característica.
¡Felicidades
a ella y a todos los amigos, acompañados de buenos pensamientos y augurios!
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