En
la primera vuelta de los comicios 2012 aprecié el acostumbrado dinamismo que
caracteriza a las elecciones en mi barrio, la circunscripción 154 del Consejo
Popular 19 de la ciudad de Las Tunas, a donde fue continuo el tránsito hacia
los colegios a ejercer el derecho al voto.
La
noche anterior fue de mucha lluvia y tormenta eléctrica, por lo que el amanecer
llegó con mucha frescura, ideal para permanecer un tiempo más en la cama, pero no
se relegó la cita patriótica de los sufragios porque en las horas tempranas de
la mañana acudió la mayoría de los electores.
Debido al crecimiento del número de habitantes en la zona, como novedad de las
elecciones surgió una nueva circunscripción, por lo cual no coincidimos con varias
personas que pasaron a esa; pero todo se comportó con el reflejo de la
democracia, transparencia y condiciones organizativas que caracterizan al
proceso electoral cubano.
El
colegio se habilitó en un consultorio del médico de la familia, cumpliendo la
disposición legal de ubicarlos en instalaciones próximas al lugar de residencia
de los electores; la mesa electoral la integraron mujeres en su mayoría,
incluida una joven, mientras la custodia de las urnas estuvo como siempre a
cargo de pioneros de la enseñanza media y secundaria, uniformados y alegres de
su misión.
Al
exterior del local se exhibían las biografías de los candidatos, tres mujeres y
un hombre, quienes reúnen méritos suficientes para resultar electos como
delegados a la asamblea municipal del Poder Popular, de ahí la probable
ocurrencia de un empate. Tal vez tengamos que reencontrarnos en la
segunda vuelta de elecciones, en otro domingo de disciplina y masividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario