domingo, octubre 02, 2016

Las plantas retoñan, las vidas no


Util y entrañable

Una cierta nostalgia me atrapó por unos minutos en la mañana de este domingo, pero pocas opiniones necesitamos en mi hogar al adoptar la decisión que solo admitía el ahora porque un después sería quizás muy demorado.

La frondosa mata de limón de mi patio está resentida por vientos del huracán Ike, y aún con frutos fue necesario cortar un gajo inclinado hacia el piso para aliviar de peso al tronco, ante la proximidad del intenso Matthew que podría dañar toda la planta.

Perder una rama lastima, pero hay posibilidades de nuevos retoños si sobrevive el arbusto, sin embargo perder un ser humano es irreparable, por eso admiro cómo muchas personas han dedicado tiempo hoy para asegurar las viviendas, y las familias se trasladan con sus pertenencias en la evacuación casa a casa. 

De igual modo los vecinos se dan la mano protegiendo puertas y ventanas con el material disponible, se aprovisionan de alimentos y de agua, que hasta congelan en envases plásticos por si surgen y se prolongan interrupciones eléctricas.

La televisión y la radio se mantienen sintonizadas, no cesa el intercambio acerca de con cuánta fuerza llegará el ciclón a Las Tunas por la inminencia de su embate y las previsiones de gran afectación al oriente cubano.

Cuando ya el cielo comienza a mostrar nubes ennegrecidas, todas esas vivencias demuestran percepción del riesgo, incluso con medidas en los hogares que a algunos pueden parecer exageradas pero es preferible a estar indiferentes.

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