Por siempre la guía de José Martí

"La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura". 

Esta prédica martiana bien puede enarbolarse al resumir el enfoque del diálogo entre generaciones que sostuvieron los participantes en el Seminario juvenil de estudios martianos efectuado en la provincia de Las Tunas, en su edición 41; este se dedicó al pensamiento antimperialista de José Martí en el contexto de las relaciones Estados Unidos-Cuba.  

Jóvenes, niños y otros oradores hablaron concienzudamente del comportamiento adecuado y respetuoso, el respeto al derecho de los cubanos de ser un país independiente, de mantener el sistema político con su único Partido Comunista de Cuba (PCC) como garante de la unidad de todo el pueblo, de analtecer los símbolos y los valores en los cuales se concentran la identidad y tradiciones de lucha de esta nación. 

Las intervenciones de la generación sucesora denotaron optimismo, no fueron retóricas ni memorizaciones de textos, sino expresiones bien elaboradas e interiorizadas a partir de visiones propias, como estudiosos de la obra de José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, inspirador de Fidel Castro, el líder histórico de la Revolución Cubana, quien también será referente por siempre de los buenos cubanos, comprometidos con sostener la bandera y hacer perdurar la obra libertaria que ha costado tantas vidas y sacrificios.

Como bueno se valora mayoritariamente la disposición a dialogar, luego de tantos episodios conflictivos de Estados Unidos hacia Cuba, pero se alerta en cuanto a no pecar de ingenuos ni dejarse confundir con propuestas seductoras que escondan segundas intenciones. 

El sustento para logralo está precisamente en mantener el estudio acucioso e ir siempre a una escala superior en la cultura general e integral, camino a esa inteligencia con arte de Martí, con humanismo, dignidad, convicciones, y siendo creativos, para dotados de esas herramientas saber entender, criticar y disponerse a mejorar cuanto se precise o fortalecer lo ya establecido.