Con
amigos entrañables compartió el caricaturista Marcial Flores la apertura de su
exposición personal “Guerrilleros del tiempo”, en apoyo a la lucha por la
liberación de los Cinco cubanos prisioneros en los Estados Unidos, y mientras
esto no ocurra mantendrá activos su lápiz y pincel.
Flores junto a Giustino y Acela |
En
la sede de la delegación provincial del Instituto Cubano de Amistad con los
Pueblos (ICAP) la muestra recoge 15 caricaturas, en las cuales son
recurrentes el uso de los símbolos patrios, el tocororo enfrentado al águila
imperial, las palomas de la paz y la libertad, denuncias a las falacias del
gobierno estadounidense, y los cinco acompañados de José Martí y el Che siempre
inspiradores para ellos y el pueblo cubano.
A
la presentación asistió Kenia Serrano Puig, la Presidenta del ICAP,
quien expresó el agradecimiento a Flores por su permanente capacidad de generar
ideas a favor de la causa, y distinguió el factor común en su obra de nunca
dejar a los Cinco en un altar, sino que los sitúa junto al pueblo.
También
estuvo presente Giustino Di Celmo, padre del joven italiano Fabio víctima del
terrorismo, quien evocó el recuerdo de su hijo asesinado, y manifestó que ojalá
un día la justicia triunfe en el mundo porque esta es una cosa normal para la
humanidad; y contrastó el coraje conque
Posada Carriles, criminal confeso, se pasea por las calles, mientras los Cinco
están presos.
Acela
Caner, autora del libro "Fabio: el muchacho del
Copacabana", recordó que en otras visitas a Las Tunas ha compartido
con Flores, y Giustino ha mostrado en más de una oportunidad una colección de caricaturas
que él le entregó; ha sido un privilegio para
ella presentar el hecho terrorista en que perdió la vida Fabio desde la
dimensión del ser humano y cómo afecta a una familia, y siempre acompaña a
Giustino “como al hombre que lucha por
su hijo, por los Cinco por Cuba y por la humanidad”.
Otra
emoción reciente vivió el policía-caricaturista Marcial Flores, cuyo amigo
alemán Günter Belchaus envía obras suyas a la
Casa Blanca en la carta de los días cinco
de cada mes, a favor de la liberación de nuestros antiterroristas.
El
jurista retirado fue portador de una carta del antiterrorista Gerardo Hernández
para Flores, la cual no tiene aún de puño y letra, pero sabe del contenido. Tras
llamarlo hermano, sorprende cómo este hombre condenado a dos cadenas perpetuas
más quince años de prisión ofrece una disculpa por la demora en responder a una
misiva, cuando su tiempo transcurre entre meses de trabajo intenso con vistas a
las apelaciones.
Le
agradece el catálogo y las muestras de
sus excelentes caricaturas, un elogio autorizado por venir de quien viene,
también creador en las artes plásticas, y muy en especial al reconocerle como
muy buena la obra “Pepino y Cebollita“, con justificada razón, pues lo
representa con su esposa Adriana.
Mucho
alegra a Flores la foto dirigida a su hija Nayla, autografiada por Gerardo, en
la que aparece cardenal posado en su cabeza, una de las más admiradas por el
reflejo de la sensibilidad humana del Héroe, quien como siempre envía el abrazo de los Cinco para sus
compañeros de la PNR
y para “nuestra gran familia tunera”, tras lo cual dice deberle una carta a su
compadre Andy, y pide a Flores felicitar al diputado Pastor.
El
habitual cierre del texto es con el fuerte abrazo a todos y la consigna
¡Venceremos!... Así es la familiaridad de este intercambio epistolar.
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