Vivir es ejercer la capacidad de forjar proyectos y
después llevarlos a cabo, más allá del término vida, desde el punto de vista
de la biología, que implica nacer, crecer, reproducirse y morir, y a lo largo
de sucesivas generaciones, evolucionar.
Especial
importancia atribuyen estudiosos del tema a insistir en que los bienes que
hacen feliz al ser humano no son sólo los útiles, los que dan el bienestar,
sino aquellos otros que son dignos de ser amados por sí mismos y enriquecen a
la persona en un sentido más alto que el puramente material.
La
virtud y el saber son posesiones de conocimientos y hábitos, más altos y
enriquecedores que lo puramente técnico y corporal, lo cual nos hace ver que la
felicidad no está en el orden del tener sino en el del ser, una verdad que no
por ser muy repetida es menos verdadera.
El
modo de ser acorde con la persona es ser con otros, y el modo más intenso de
vivir lo común es el amor, mediante el cual nuestra intimidad no es sólo
conocida y amada, sino también amante y dadora; luego buena parte de la
felicidad radica en tener a quien amar y amarle efectivamente, hasta hacerle
feliz, mediante los actos propios del amor, sobre todo en el hogar.
La
vida no merece la pena ser vivida si queda inédita o truncada la radical
capacidad de amar, pues lo más profundo y elevado del ser humano está en su
interior; la plenitud humana lleva consigo riqueza de espíritu, paz y armonía
del alma, serenidad.
"Vivir
no es sólo existir, sino existir y crear…”, reza una frase del médico y
escritor español Gregorio Marañón; de ahí que un buen proyecto vital y una vida
bien planteada surgen desde convicciones que articulan la conducta a largo
plazo, con vistas al fin que se pretende, y que orientan la dirección de la
vida, dándole sentido.
Esto
significa tener una tarea que cumplir en ella, que al despertarnos cada mañana
introduce un elemento de estabilidad, de ilusión, de expectativa concreta, y
por tanto de una cierta felicidad para el día que comienza.
Cuando
falta el sentido de la vida, cuando los proyectos se han roto, o no han llegado
a existir nunca, comienza la penosa tarea de encontrar un motivo para afrontar
la dura tarea de vivir, porque no se tiene una idea clara de adonde conducen
las tareas que la vida nos impone a todos.
La
ausencia de motivación y de ilusión es el comienzo de la pérdida del sentido de
la vida, que puede llegar a constituir una patología psíquica, y ocasionar
sentimientos de inutilidad, de vacío, frustraciones e incluso depresiones.
Nunca perdamos de
vista que vivir es ejercer la capacidad de forjar proyectos y después llevarlos
a cabo; pues hacemos nuestra propia vida de un modo biográfico, por lo cual
tiene tanta importancia la pretensión vital, aquello que cada uno le pide a la
vida y procura por todos los medios conseguir.
Lea más:
"La vida es aquello que
te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes." John Lennon
(1940-1980) Cantante y compositor británico.
"La vida es muy
peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a
ver lo que pasa." Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán
nacionalizado estadounidense.
"Vivir no es sólo
existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir." Gregorio Marañón (1887-1960) Médico y
escritor español.