jueves, abril 17, 2014

El Gabo, latinoamericano y universal


 Amigo de Cuba y su máximo líder Fidel Castro

Noticias de su frágil estado de salud llegaban por estos días, mientras presentíamos lo inevitable del desenlace: el escritor colombiano Gabriel García Márquez llegaba al epílogo de su trayectoria de trascendencia mundial, y muchos sentimos perder su existencia física.

Pero ahí están encuentros perdurables tejidos al calor de su compañía, para los más cercanos a él, mientras otros hemos saboreado la emoción de las historias del realismo mágico de personajes muy cercanos a la cotidianidad de nuestros pueblos.

Equivocados o certeros han nacido uniones de parejas inspiradas entre páginas de sus libros, como “El amor en los tiempos del cólera”, cuya lectura me consumió muy breve tiempo, tras iniciarla justo en un parque de la ciudad de Moa, en la provincia de Holguín.

Nunca más he podido deshacerme de tantos de sus pasajes, con primacía en la perseverancia de Florentino Ariza entre cartas, sueños e ilusiones, sin detenerse el tiempo, y luego ese viaje sin regreso y la cita al fin consumada con Fermina Daza, a pesar de la ausencia de la pasión juvenil, y los estragos en la piel del largo paso de los años.

El Gabo es también ese buen hijo de la América Nuestra, con talento, valía y demostración de cultura autóctona. La reverencia a la memoria del premio Nobel de Literatura bien merece ser el orgullo por el común origen en la Patria Grande, cual la definiera el Héroe Nacional cubano José Martí.